Este artículo está escrito por José Pedro Aznárez para la revista "Imagen y movimiento" de la universidad de Jaén, del cual haré una breve reseña.
Al comienzo de dicho artículo, José Pedro, intenta llamar nuestra atención con una frase sacada de una película "cada latido nos separa de la eternidad”; pienso que esta frase quiere decir que cada vez estamos más lejos de la realidad eterna, por llamarlo de algún modo; esa realidad consciente que vivimos cada día, y quizás más cerca de esa temida hora, la muerte.
José Pedro Aznárez denomina la consciencia como algo que es esencial para vivir, pues es con lo que el cerebro es capaz de pensar y conocer nuestro yo propio y todo lo que nos rodea en general. El artículo nos enseña cómo la realidad, es una especie de producto fabricado por nosotros mismos, fabricado por la consciencia, porque sólo existe cuando somos conscientes. Cada cosa que nos pasa en nuestra vida cotidiana queda recogida en nuestras mentes, formando así la particular forma de ver la vida de cada persona. Es aquí donde entra la educación, la cultura, las influencias sociales... Mientras que en una parte del mundo las mujeres están siendo humilladas e infravaloradas, en nuestro país estamos consiguiendo la igualdad y la no discriminación. Todos los conceptos pueden influir en nuestro subconsciente y dirigirnos, ya que nuestra consciencia es débil y puede fallar.
La consciencia, nuestro pensamiento, no nos proporciona la verdadera realidad objetiva, sino una interpretación. Por esta razón, al ser la consciencia incapaz de sujetar esa realidad objetiva, damos por hecho y podemos lograr afirmar sin ninguna duda que nosotros interpretamos lo real. ¿Y cómo interpreta la consciencia la realidad? A través de la percepción.
La consciencia es la base para que nosotros podamos decir que la realidad existe. Por lo tanto, si ésta desaparece, nuestra realidad y nuestro “yo” desaparecería también.
Aznáres también trata en su artículo el fino velo que existe entre lo real y lo imaginario; y es que muchas veces los elementos imaginarios pueden parecernos tan reales que nos hagan dudar de cuál es la realidad. La realidad está compuesta por miles de imágenes, música, narrativas… que nos pueden hacer mucho más bello nuestro existir y nuestra interpretación de la realidad.
Las nuevas tecnologías nos facilitan la enseñanza; son un amplio abanico de posibilidades, por lo que son indispensables en la enseñanza actual ya que los niños deben estar formados y ser conscientes de todas las formas actuales de construir la realidad.
En mi opinión, el autor de este artículo, José Pedro Aznárez, da una razón cierta y clara sobre cómo captamos nuestra realidad, que no es la “verdadera”. Cada uno posee una consciencia o pensamiento que actúa en nosotros para reflejarnos una cierta realidad, mediada siempre por nuestra propia mente, por las emociones, por la cultura, y sobre todo por las imágenes, porque son ellas nuestro motivo para actuar.
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